Así es la vida con ‘el presidente del Empleo’

Copiado de Perinotas:

Pues ustedes dirán que qué falta de respeto o que ganas de fastidiar al prójimo, pero creo que ya es tiempo de que manifestemos nuestra inconformidad con el “Presidente del Empleo”. Desde que comenzó este régimen -y no se diga el anterior- las cosas no’más no nos han salido a muchos mexicanos que desde hace ya un tiempo hemos batallado para conseguir trabajo.

Al principio de la actual administración escribí al “Presidente de la República”, obviamente las cartas llegarán a la Dirección de Atención Ciudadana y de ahí no pasarán y será un jefe de departamento, si bien nos va, quien de repuesta a nuestra inquietud. La respuesta a cada una de las tres misivas que he mandado a “Presidencia de la República” llegan en un promedio de mes y medio a dos meses; pero, bueno, llegan.

La contestación siempre es la misma -obviando el rollo de que el Presidente Calderón está empeñado…- hemos mandado copia de su inquietud al secretario de la Función Pública (SFP) para que éste tome cartas en el asunto dé seguimiento a su caso, “del cual estaremos pendientes y daremos puntual seguimiento. Obviamente nunca le han dado seguimiento, porque no ha habido llamada alguna o carta adicional que así lo haga ver.

De la SFP llegaron sendas cartas en las que nos hacen ver -como si fuéramos unos ignorantes- que el Servicio Profesional de Carrera establece los lineamientos para poder acceder a cualquier plaza dentro del gobierno federal, por lo que “lo invitamos a que se registre en el portal de Trabajaen.gob.mx, y busque los concursos abiertos que se adecuen a su perfil.

Debo decirles que yo estoy inscrito desde hace aproximadamente tres años en trabajaen.gob.mx, he concursado no menos de cinco plazas… es algunas pasé todos los exámenes con buenas calificaciones. Califiqué en los exámenes de capacidades gerenciales hasta director general, en algunos rubros, con 100%, pero la entrevista nunca llegó, ¿por qué? porque los concursos están hechos para que se quede el cuate del titular del área solicitante y si éste no pasara alguna de las fases de los exámenes entonces, en algunos casos, mejor se declara desierta la vacante y de eso tengo infinidad de testimonios de varias dependencias.

Mi relación laboral con el gobierno federal desde hace ya 20 años me ha permitido contar con cuates dentro de diversas instituciones y por ello tengo acceso a los procesos de los concursos. Puedo decir con “los pelos en la mano” en donde me consta que los concursos así han sido y por eso me explico que cuando llega la hora de la verdad, no sea citado a la entrevista, última parte del concurso.

Y como si fuera una gracia ahora, en mi depresión total por haber reprobado dos exámenes contínuos, recibí este correo que da muestra de lo que aquí acabo de comentar:

El muchacho termina el bachillerato y no tiene ganas de estudiar nada.
Como el padre es un tipo de renombre, lo aprieta:
- ¿Ah? ¿No quieres estudiar huevón? Bueno, yo no mantengo vagos, así
que vas a trabajar. ¿Estamos?

El padre, que es un hombre con mucho dinero y metido en la política y
tiene algunos amigos políticos, dada su larga trayectoria, trata de
conseguirle un empleo y habla con uno de sus compañeros de partido que
están en este momento en el gabinete, y le dice:

- Rodríguez, ¿Te acordarás de mi hijo? Bueno, pues fijate que
terminó el bachillerato y no quiere estudiar el pinche muchacho ahorita.
Si puedes, necesitaría ya un puesto como para que empiece a trabajar,
mientras decide si va a seguir una carrera… El asunto es que haga algo
y no vague ni pase en la casa haciendo nada, y así a ver si se compone y
hace algo de provecho. ¿Me entiendes?

A los tres días llama Rodríguez:
- ‘Tito, ya está. Asesor del Presidente de la República. Unos
$90.000 al mes, Belleza Verdad!!!
- ‘No, no chingues, Rodríguez ! ¡Es una locura!, Recién empieza.
Tiene que comenzar de abajo y, con mucho dinero, se va a poner peor.

A los dos días, de nuevo Rodríguez:
- Tito, ya lo tengo. Le conseguí un cargo de Asistente Privado de un
Diputado. El sueldo es más modesto, de $40,000 al mes…

¡No,
Rodríguez!, ¡Acaba de salir de la prepa! No quiero que la vida se le
haga tan fácil de entrada. Quiero que sienta la necesidad de estudiar.
¿Me entiendes?

Al otro día:

- ‘ Tito, ahora sí… Jefe de compras en la Delegación de la
Secretaría de Comunicaciones, ya está, claro que el sueldo se va muy
abajo… Serán $30,000, nada más.
- Pero Rodríguez, ¡por favor!, Consígueme algo más modesto. Va
empezando… Algo de unos $5,000 ó $ 6,000.
- ‘No, eso es imposible, Tito.
- ¿Por qué ?
- Porque esos cargos son por concurso, necesita: currículum, inglés,
título Universitario, haber hecho por lo menos una maestría o un
post-grado en el extranjero, haber hecho méritos, estar afiliado a un
sindicato… Antecedentes… Y por supuesto, experiencia previa. Está
cabrón, Tito, está cabrón. Trabajos así no se encuentran fácilmente…

Y esto, insisto en un reflejo de la realidad. Apenas hace un par de días, al término de una de las evaluaciones una señora, que ya había sido directora general adjunta y que aplicó examen -al igual que yo- para una subdirección de área- me decía: mira yo ya pasé varios exámenes, nunca me hablan para las entrevistas;: Mejor deberíamos quedarnos como en el pasado, a donde ibas con los cuates les pedías trabajo y te metían a una plaza. Decías con permiso al que la ocupaba y ya estaba trabajando. No que ahora es peor, porque de cualquier forma se queda el cuate del funcionario, pero nos hacen perder el tiempo a decenas y decenas de personas que estamos sin trabajo y con una ilusión, que de antemano, sabemos nunca obtendremos, porque la plaza ya está destinada.

Ahí se los dejo. Y yo seguiré esperando que la SFP haga su trabajo, el gobierno contrate a sus cuates y quienes ya dejamos más de 20 años en las filas del gobierno, sigamos siendo mantenidos por las esposas, los hermanos, las madres, los abuelos, porque aquí, en México no conseguiremos trabajo, por lo menos no en este sexenio “del Empleo”