martes, 3 de febrero de 2009

DE LO SUBLIME A LO RIDICULO.

Otro articulo que me encontre en la red:

Cuando el PAN llegó al poder hizo algo muy inteligente, para ellos, por supuesto, corrieron a todos los funcionarios públicos que pertenecían a otros partidos y colocaron a sus piezas, de eso nadie se asombró ¡Era lo acostumbrado!, entonces dieron su golpe maestro, crearon el Servicio Profesional de Carrera, para con ello garantizar la permanencia de los servidores públicos ¿Cuáles? Pues los que ellos pusieron.
Implementaron una página que se denomina TrabajaEn y en la que se publican las plazas vacantes y se puede concursar “libremente” por ellas. Para optar por una plaza solicitan requisitos muy específicos, como que las plazas están diseñadas para alguien en particular, así las cosas para ocupar una dirección de administración en X dependencia piden que sea abogado (¿?) con maestría en derechos humanos (¿?) que hable Inglés al 90% y francés al 60%. ¡Wauuu! Nada que ver una cosa con otra pero seguramente el candidato que tienen en mente debe cumplir esos requisitos.
Así las cosas y como a mi me encanta meterme donde no me llaman, ver con mis propios ojos y tocar con mis propias manos, subí mi currículum al mencionado Sistema, seleccioné un puesto afín a mi perfil y lo solicité, la respuesta fue “Evaluación curricular no aceptada” y lo soportaban en una letanía de artículos de leyes que una vez leídos no decían nada. Salió publicada otra plaza, en la cual solicitaban a un ingeniero civil pero con experiencia en una rama muy diferente a la que me he dedicado, ajusté mi currículum (mintiendo) de forma tal que quedaba exacto a los requerimientos del puesto la respuesta fue la misma que la anterior.
Antes de salir de vacaciones, salió a convocatoria la Dirección General de Minas en la Secretaría de Economía, subí mi currículum real y opté por la plaza. Debo decirles que lo único que sé de minas es que son unos huecos en la tierra y que de allí se sacan minerales, es decir que yo sé de minas tanto como mi abuelita de tocar violín, nada de nada. Sin embargo, para mi asombro, la evaluación curricular fue ¡Aceptada!. Yo llegué de Vallarta el 7 en la noche y había que presentar un examen de conocimientos técnicos el 8 a las 14:00 horas.
De camino al examen me leí la Ley Minera, me pasaron a un salón y en una computadora apliqué un examen que tenía preguntas tan complejas como esta ¿De que color era el caballo blanco de Napoleón? A) Blanco B) Negro C) Ninguno de los dos anteriores. A la semana me llegó un mail donde me informaron que había aprobado el examen, que de 60 participantes quedamos 20 y que debía presentar otro de aptitudes gerenciales, que era una especie de psicométrico.
La psicóloga de mi trabajo me dio algunas orientaciones de cómo debía proceder ante este tipo de exámenes. Me presenté, de igual manera me sentaron frente a una computadora y se supone que el examen se aplica en línea y lo evalúa la Secretaría de la Función Pública, no la dependencia interesada en la plaza. Los temarios contenían una serie de preguntas como estas ¿Qué palabra te define mejor? A) Ingenuo B) Confiado C) Retrasado mental D) Las tres cosas pero mejoradas. Otro solicitaba que pusiera números del 1 al 7 en diferentes frases que definían mis objetivos en la vida pero a la inversa o sea que el 7 era lo que más quería (En Cuba popularmente se le dice “el 7” al ano) la coincidencia numérica me hizo reir, no obstante presentaron frases como estas ___Ser un reconocido político ___El respeto de mi comunidad ___Ser un erudito ____Participar activamente en la cultura ____Tener un buen aspecto físico ___Tener mucho dinero ____Ayudar a los pueblos indígenas. Mi lógica me dice que marcando como 7 dinero no hay porqué marcar las demás opciones ¡Si tengo mucho dinero puedo hacer todo los demás! Pero ¡No! Lo marqué como 1. Para no hacer el cuento largo creo que mi examen ofrecía un perfil psicológico muy parecido al de la madre Teresa de Calcuta.
Dos días después me llegó un mail donde decían que no había aprobado. Todavía me estoy riendo del asunto. ¡Creo que les asustó tanta honradez de mi parte!
¿Se han puesto a pensar como malgastan nuestros impuestos? Para poner en funcionamiento todo ese teatro, crearon la Ley del Servicio Profesional de Carrera, crearon un grupo en la Secretaría de la Función Pública que se dedica a esto, mantienen una página de internet con innumerables visitas diarias, procesan miles de solicitudes, en cada Secretaría de Estado tienen un grupo dentro de las Direcciones General de Recursos Humanos para llevar a cabo las evaluaciones, tienen salas de cómputo con conexiones a internet, varios empleados que te envían mails, etc. Decía Napoleón que de lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso, este Gobierno lleva toda una carrera.
Escrito por:Fabrizio

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