miércoles, 25 de febrero de 2009

Columnas políticas en diarios nacionales

A continuación algunas columnas políticas que aparecen los principales diarios de circulación nacional.

INSTITUCIONALES


TEMPLO MAYOR
NO ES LO MISMO ver los toros de la crisis desde la barrera, que tener que lidiarlos en el ruedo.

PARA algunas autoridades, el paro y las manifestaciones de transportistas que se registraron ayer en 35 ciudades del país son una mera medida de presión para aprovechar los tiempos electorales.

SEGÚN ESTA VISIÓN, los camioneros sólo quieren aprovechar las ansias de los partidos para que les vuelvan a bajar el diesel, pese a que el combustible sigue siendo más barato inclusive que en Estados Unidos.

SIN EMBARGO, las cosas se ven muy distintas desde el asiento de los camioneros, pues el del diesel es sólo uno de los temas que los tiene encamionados.

TAMBIÉN están pidiendo que se elimine el IETU, que el pago del peaje sea deducible de impuestos, que se refuerce la seguridad en las carreteras para reducir el número de asaltos y que se ponga freno a la entrada de camiones chatarra provenientes del otro lado de la frontera.

PUESTAS ASÍ las cosas, queda claro que los transportistas están clamando por un salvavidas y, si se puede, también un hueso para sus líderes.


YA SALIÓ el peine de por qué algunos senadores le hicieron el feo a Carlos Arce como cónsul en Hong Kong.

RESULTA QUE el ex subsecretario de Economía carga con la cruz de haber sido quien, junto con su entonces jefe, Eduardo Sojo, dio luz verde a la apertura de fronteras a productos chinos, especialmente calzado.

Y ESTO, como es de esperarse, provocó una revuelta de la industria zapatera guanajuatense en contra de la decisión de las autoridades que, a su juicio, les daría la puntilla.

INCLUSIVE allá por diciembre del 2007 hubo una gran marcha de industriales zapateros en León para pedirle a la Virgen de Guadalupe que se mantuvieran las cuotas a las importaciones chinas y, de paso, exigirle a Sojo la destitución de los funcionarios implicados.

AHORA nomás falta saber cuál de los cuatro senadores guanajuatenses es el que anda quedando bien con sus paisanos al vetar el nombramiento de Arce como cónsul... ante los chinos!


POR LO VISTO al gobernador Humberto Moreira le gusta no sólo pelearse con los panistas, sino también con los priistas "históricos".

APENAS AYER provocó sorpresa entre un grupo de empresarios ante los que acudió para inaugurar la planta de Lenox, ubicada en el Libramiento José López Portillo de Saltillo.

AHÍ LES INFORMÓ QUE dicha vialidad cambiará pronto de nombre porque "López Porpillo" -así lo llamó- trató mal a un ex gobernador que él quiso mucho: Óscar Flores Tapia.

"FUE UN Presidente que a muchos les cae gordo, bueno, al menos a mí", dijo Moreira ante la concurrencia compuesta por empresarios y trabajadores de la planta fabricante de aires acondicionados.

HAY QUIENES DICEN que la expresión contra el ex Presidente fue un round de sombra del coahuilense, preparándose para la próxima visita de Felipe Calderón a sus dominios. Será?


POR LO VISTO Felipe Calderón impuso moda entre los funcionarios públicos en eso de bautizar musicalmente las conferencias.

EL TURNO le toca hoy al embajador Arturo Sarukhán, quien estará en Harvard para hablar de las relaciones bilaterales con Estados Unidos en una ponencia titulada: "Mexico Hoy: It Takes Two to Huapango". Oh, my God!


TRASCENDIÓ
Que contra todos los pronósticos con los que concluyó la pasada semana, Luis Téllez está más que amarrado para continuar al frente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

En el gobierno se sabe que pueden venir nuevas grabaciones telefónicas contra Téllez, pero ya nadie parece estar muy preocupado.

Que cosas que se saben tras la caída del ex director del penal de Cancún y ex operador de seguridad, hoy en desgracia, Antonio Mejía López: al menos una de las gacelas que cuidaban a Andrés Manuel López Obrador en los años de la jefatura de Gobierno del DF, lo sigue protegiendo en la presidencia legítima.

Mejía López era el coordinador de aquel célebre grupo de guardaespaldas femenino.

Que, palabras del secretario general del PRI, Jesús Murillo Karam: Yo no estaba enojado por lo que dijo el presidente del PAN, lo que pasa es que tengo cara de enojado.

Y con esa cara le dijo a Germán Martínez que no hiciera declaraciones estúpidas.

Que si estuviera enojado!

Que quien prefirió no llegar a la Asamblea de la CTM (donde se bailó a lo grande y con poca ropa) fue el secretario del Trabajo, Javier Lozano.

La jerarquía cetemista aseguró que lo invitó, pero que de última hora el funcionario se disculpó aduciendo cuestiones de agenda.

Aunque invitación formal, nunca hubo. Será que la gerontocracia de la CTM prefirió bailar sin ex priistas incómodos?

Que a pesar de las versiones sobre la militarización de la frontera, a finales de año habrá tres nuevos cruces México-Estados Unidos. Dos de ellos estarán en Anzaldúas, el puente que liga a Reynosa con McAllen. El tercero será de carga, en San Luis, Arizona.

El financiamiento correrá por cuenta del gobierno de Barack Obama.

Que hablando de relaciones bilaterales, precandidatas a diferentes puestos de elección popular de la CNOP priista recibieron capacitación por parte de expertas estadunidenses, entre ellas Cathy Allen, presidenta del famoso Connections Group y organizadora de las redes de mujeres en apoyo a Obama.

Las cenopistas se pusieron al tanto en expresión e imagen, construcción del mensaje y nuevas tecnologías. Cuentan que salieron felices.


BAJO RESERVA
Qué bola de nieve, después de Germán Martínez y el PRI, sólo falta Fox

Qué bola de nieve. Germán Martínez, dirigente nacional del PAN, no podrá decir que no se le escucha. O, visto desde otro ángulo: quizás extrañe los días en los que su voz no tenía tanto peso. El domingo pasado, en un video que cuelga en la página institucional del partido, culpa al PRI del crecimiento del narco. El lunes, Jesús Murillo Karam, secretario nacional tricolor, califica sus declaraciones de estúpidas. Para el martes, la bola mide un kilómetro de diámetro: Sebastián Lerdo de Tejada, representante priísta ante el IFE, anuncia que impugnará su declaración, y el secretario de Gobernación se ve obligado a sumarse a la trama. Quizá para matizar a Martínez y tranquilizar al PRI, Fernando Gómez Mont recordó que los panistas también han estado en el poder. Evidentemente hubo omisiones en el pasado, incluido Vicente Fox, dijo. Ahora falta que Fox responda. Nadie sabe, aunque nos afirma una fuente cercana que el ex presidente no quedó conforme con lo dicho. Qué bola de nieve.


El alcalde de El Paso, Texas, John Cook, confirmó ayer que José Reyes Ferriz, el presidente municipal de Juárez, vive del lado estadounidense de la frontera y no en la ciudad que gobierna. También dijo que a partir de ayer, la policía paseña se encargará de su seguridad mientras circule por allá; que es real que los narcotraficantes quieren su cabeza y que ellos saben que están dispuestos a cruzar a El Paso para alcanzarlo. El gabinete de Seguridad se reúne hoy en Juárez y la ciudad será una de las más seguras del país; José Reyes circulará tranquilo y por la noche dormirá seguro en El Paso. Difíciles días para un alcalde. Terribles, los que vive la ciudad.


Ayer circuló un e-mail gancho, un phishing, que se titulaba: Internan de emergencia al ex presidente Fox. Y corrió la versión de un atentado contra Vicente Fox. Varias redacciones del país se sacudieron y el celular del ex mandatario no dejó de sonar durante horas, nos cuentan. Pronto se desmintió el borrego, porque Fox estuvo muy activo en su natal Guanajuato, en actos públicos. Su celular descansó.


Inmersos en sus grillas partidistas; en sacar las modificaciones a la Ley de Armas Químicas y en cabildear el bloqueo de los transportistas, los diputados olvidaron ayer el Día de la Bandera. Ni hicieron honores, ni posicionamientos por efemérides. Nada. La sesión terminó poco después de las 15:00 horas y salieron corriendo a comer. Ni en preprimaria.


PLAZA PÚBLICA
(Miguel Ángel Granados Chapa)
El miedo a gobernar

Militante panista en su juventud, convertido a la doctrina priista con posterioridad, riguroso en su trabajo académico, Carlos Arriola encuentra que la cultura antipolítica explica al Partido Acción Nacional ante el poder

Muy atractivos son el tema y el elenco de presentación del libro de Carlos Arriola El miedo a gobernar. La verdadera historia del PAN, que ocurrirá a las 19:00 horas de hoy miércoles en el auditorio del Museo Franz Mayer, en la avenida Hidalgo, en el costado norte de la Alameda Central (a medio kilómetro de la Feria Internacional del Libro de Minería). Además del autor, participan en la mesa la gobernadora de Zacatecas, la perredista Amalia García Medina; la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, la ex gobernadora Beatriz Paredes, y Diego Fernández de Cevallos, ex candidato presidencial panista y, a su paso por el Congreso, coordinador de las bancadas de su partido en San Lázaro y en Xicoténcatl.

La tesis del libro, que Arriola propone al cabo de una profunda y documentada exploración sobre la historia de Acción Nacional, que va desde su fundación en 1939 hasta el comienzo de la administración del segundo presidente panista, Felipe Calderón, es que está en la índole del PAN, en su gestación misma, la desconfianza y aun el temor al poder, surgidos de su ignorancia sobre su naturaleza verdadera. Por ello sus gobernantes lo ejercen o con frivolidad o con incapacidad para tomar decisiones.

"Cuando Fox y el PAN "sacaron" al PRI de Los Pinos, se aprestaron a tomar los controles del poder y a ocupar el cuarto de mando, pero sólo encontraron el vacío. Los "mitos geniales" acerca del tlatoani, del presidente todopoderoso que había establecido la "dictadura perfecta", se desvanecieron ya que fueron fruto más de la imaginación literaria que del conocimiento político. Los hechos pusieron de manifiesto que el poder no se transmitía con la banda presidencial, que el poder se conquista y se lucha todos los días por conservarlo. Sólo así es posible gobernar, dirimir los conflictos sociales, contener los intereses particulares y llevar a cabo un programa de gobierno".

Arriola parece dar respuesta a la pregunta formulada por don Daniel Cosío Villegas hace ya 60 años: si Acción Nacional, "al hacerse gobierno, tendría algo más que la denuncia para vivir por sí mismo y guiar al país", o se "desplomaría" al alcanzarlo, por falta de hombres y de programas. Salvo Gómez Morin, Christlieb Ibarrola y "El Jefe" Diego, el autor de este libro no reconoce a ninguna otra personalidad panista digna de ser mencionada. No lo son Fox ni Calderón: el triunfo de aquél "no fue una hazaña democrática, que le otorgaba facultades para cambiar al país, pero por creerlo buscó socavar los fundamentos del sistema político. Pero si no pudo, fue por la solidez de las instituciones, amén de sus limitaciones intelectuales, su inconstancia y su cobardía". Y en cuanto a su sucesor, para calificarlo Arriola se remite a la declaratoria de Presidente electo emitida por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación:

"La sentencia de éste constituyó un desafío a la lógica, ya que reconoció la ilegalidad de las intromisiones del presidente Fox y de los empresarios, pero no las tomó en cuenta debido a que no podía medirse su impacto. A pesar de la larga lista de violaciones "inconmensurables", validó el triunfo de Calderón, cuando lo que procedía ex-oficio era la anulación de la elección, debido al reducido margen del triunfo. La razón de Estado prevaleció sobre la justicia, lo que explica sobradamente la indignación de los perredistas".

El autor no se cuenta en las filas de estos últimos (como tampoco José Antonio Crespo, que en Hablan las actas, aparecido el año pasado, llega a la conclusión de que los comicios presidenciales debieron anularse). De joven militó en el partido cuya historia ha trabajado a conciencia. Era el líder juvenil en Guadalajara cuando en el ámbito nacional lo era Manuel Rodríguez Lapuente (a quien el autor dedica su libro), durante la campaña presidencial de Luis H. Álvarez. Dedicado largo tiempo a la academia en El Colegio de México donde se formó, y del que fue profesor y secretario general (bajo la presidencia de don Víctor L. Urquidi), pasó después a la administración pública y al asesoramiento a políticos y funcionarios priistas. Formó parte igualmente de la fundación parlamentaria de esa filiación, que lleva el nombre de José Luis Lamadrid Sauza.

Publicó en 1994 sus Ensayos sobre el PAN y cuatro años después Cómo gobierna el PAN, que en 1998 ya había triunfado en elecciones estatales en Baja California, Chihuahua, Guanajuato y Jalisco. Pero para comprobar su tesis sobre el PAN ante el poder era necesario que arribara a la Presidencia de la República y contara si no con la mayoría relativa en las Cámaras sí con los grupos parlamentarios más numerosos (como sucede a partir de 2006).

"Los síntomas de que algo no funcionaba en dicha relación aparecieron desde la fundación del partido, pero eran débiles y parecían un problema de juventud que se resolverían con la experiencia que sólo la edad proporciona. Sin embargo, no fue así. El problema era genético y se planteó con claridad en el triunfo, una vez que no fue posible atribuir las debilidades del partido a factores externos".

Arriola enumera las causas que en el PAN generaron una cultura antipolítica, cuando que para ejercer el poder es imprescindible "la política, aunque ésta únicamente proporcione soluciones temporales a problemas que casi nunca tienen soluciones definitivas". Debe haberlas, sin embargo, contra las desigualdades como las pluraliza el autor de esta historia a fondeo del PAN, era el subtítulo original.


Cajón de Sastre

Además de miedo, en este sexenio parece haber pereza, o quizá sólo lentitud, para gobernar. El presidente de la República se excedió en 18 días en el plazo fijado al promulgar la nueva Ley de Petróleos Mexicanos para nombrar a los cuatro consejeros independientes de Pemex, y comunicarlo al Senado para que los objete o deje de hacerlo. Es frecuente que en Los Pinos se incurra en demoras como ésa o en la publicación de leyes nuevas o reformas que el Legislativo envió hace ya mucho tiempo. La explicación de esa parsimonia puede hallarse, tal vez, en la frecuencia con que el Ejecutivo anda de gira, diciendo discursos. Tal vez debería apegarse menos al consejo de su antecesor de no quedarse pegado al escritorio y andar por el país en permanente campaña política, que es algo diferente a gobernar.



INDICADOR POLÍTICO
(Carlos Ramírez)
Entre si fue el narcohuevo o la narcogallina, el caso es que el narcotráfico nació y se consolidó en los años del PRI en el poder y la contabilidad de estados dominados por el narco es ilustrativa: diez entidades gobernadas por priistas, contra apenas tres perredistas y uno panista.

Y si Estados Unidos comienza a preparar sus fuerzas armadas para combatir al narco en el sur de su frontera, resulta que existe una especie de narcofranja en la frontera México-EU con cinco entidades gobernadas por el PRI: Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Sinaloa, Durango y Sonora padecen el flagelo del narco. Nuevo Laredo y Ciudad Juárez, municipios priistas, exhiben la hegemonía del narcotráfico.

Tres entidades perredistas están contaminadas por el narco -Guerrero, Michoacán y el DF- y una (Jalisco) está en poder del PAN desde hace dos sexenios. Pero hay algunos datos: Guerrero perdió la batalla contra el narco ya con el gobierno perredista de Zeferino Torreblanca, Michoacán comenzó a contaminarse con los últimos gobiernos priistas y el DF inició su descomposición durante el gobierno priista-salinista de Manuel Camacho, con el dato adicional de que el jefe policiaco de entonces, Santiago Tapia, atrapó y dejó escapar a El Chapo Guzmán a cambio de dinero; el entonces secretario de gobierno y coordinador de la policía era Marcelo Ebrard; Tapia aceptó el soborno y fue encarcelado.

La primera denuncia contra el avance del narcotráfico en el país ocurrió en abril de 1984, con un desplegado de los obispos católicos del sur de la República. El documento fue catapultado por el columnista Manuel Buendía y las pistas llevaron a la responsabilidad de funcionarios y políticos priistas. Buendía fue asesinado cuando se disponía a dar nombres de políticos y policías involucrados en el narcotráfico.

En 1985 volvió a ponerse de moda el narcotráfico. El agente de la DEA Enrique Camarena Salazar fue secuestrado, torturado y asesinado por capos del narcotráfico. Información divulgada por el embajador estadounidense John Gavin reveló que la policía judicial federal y agentes de la dirección federal de seguridad -la primera de la PGR y la segunda de la Secretaría de Gobernación- protegían cargamentos de droga. En 1985 se reveló la existencia del rancho El Búfalo, donde había miles de campesinos sembrando droga.

La investigación de entonces mostró que Rafael Caro Quintero portaba una credencial oficial de la Federal de Seguridad y otros narcos de la judicial federal. Las credenciales de la DFS -la policía política del Estado- estaban firmadas por su titular José Antonio Zorrilla Pérez y por el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz. Bartlett alegó que Zorrilla pertenecía al grupo de Fernando Gutiérrez Barrios, el todopoderoso jefe de la policía política, pero luego Miguel de la Madrid aclaró que Zorrilla dependía directamente de Bartlett. Las investigaciones contra Zorrilla por el asesinato de Buendía y su apoyo al narco nunca llegaron a Bartlett.

En los ochenta y noventa, dos estados fueron la sede del narco: Jalisco y Sinaloa, entonces gobernados por el PRI. Tijuana, también priista, fue tomada por las mafias. Luego se agregaría Chihuahua durante los gobiernos priistas y el narco se reforzó durante la gestión panista de Francisco Barrio. Ciudad Juárez se transformó en el narcomunicipio por excelencia con el panismo y el priismo. El anterior secretario priista de Seguridad Pública Municipal de Ciudad Juárez está preso por traficar toneladas de marihuana.

Chihuahua volvió a mostrar el colapso político de los gobiernos. De la narcofranja del norte, de Tamaulipas a Tijuana, sólo se salva Coahuila. Pero Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Sonora, Durango y Sinaloa tienen gobiernos priistas. Y como dato adicional, los encargados de la estrategia de seguridad pública civil contra el narco tienen un origen priista.

Por tanto, el PRI como partido tiene -o debiera tener- una responsabilidad en la comprensión del fenómeno del narcotráfico. En todo caso, los gobiernos panistas deben de asumir su propia carga de resultados escasos frente al problema. Y sobre todo, la falta de decisión para formar sus propios cuadros de seguridad, quizá por la percepción panista de que los priistas dejaron crecer el problema y por tanto ellos, aun en los gobiernos panistas, deben de tomar las decisiones para derrotar al crimen organizado.

Lo malo es el oportunismo. Sin tener datos coherentes sobre el incidente contra el gobernador priista José Reyes Baeza, el diputado priista César Duarte -presidente de la Cámara de Diputados- salió en defensa de su compañero de sector y de partido y atacó al gobierno federal. Sólo que con las circunstancias agravantes de que el propio gobernador ya había desinflado la nota al señalar que fue un incidente callejero y no un atentado y de que Duarte es... precandidato del PRI a la gubernatura de Chihuahua.

El problema radica en descargar toda la responsabilidad en el gobierno federal. Pero los gobiernos estatales y municipales dejaron crecer el problema. El gobierno federal y el ejército llegaron a las zonas del narco cuando ya estaban corroídas y cuando sus fuerzas de seguridad estatales y municipales ya habían sido tomadas por el narco.

Lo que queda en el fondo sería aclarar la maniobra electoral: dejar solos al gobierno federal panista y al ejército para cargar con el desprestigio, y permitir al PRI que recupere votos sin responder a la realidad de que el narco tuvo su auge en el periodo priista 1983-2000.


ASALTO A LA RAZÓN
(Carlos Marín)
Duelo de cínicos

Una de las expresiones más ruines de la política nacional es la batalla de lengua en que se han trenzado las dirigencias de PAN y PRI, a propósito de lo que presidentes de la República de uno y otro partido han hecho y dejado de hacer frente al narcotráfico.

Del crecimiento del problema y sus letales consecuencias no son ajenos priistas ni panistas, y son estos últimos, en todo caso, a quienes mejor puede achacárseles la responsabilidad mayor, puesto que las instituciones de seguridad pública (infiltradas en el priato por la corrupción y la delincuencia) fueron desarticuladas por el foxiato, pese a que se las entregaron en viable y esperanzador proceso de modernización.

La llegada del PAN a Los Pinos, quiéralo o no su líder Germán Martínez, coincide con el desbordante aumento de las bandas y la inseguridad, detalle que (con otras palabras y por fortuna), parece, reconoció ayer el (panista) secretario de Gobernación.

Vergonzoso, descarado y estúpido (Murillo dixit) es que PAN y PRI quieran convertir y multiplicar en votos el siniestro saldo de la guerra.

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