miércoles, 6 de mayo de 2009

Columnas políticas en diarios nacionales


A continuación algunas columnas polí­ticas que aparecen los principales diarios de circulación nacional.

TEMPLO MAYOR
TODO INDICA QUE la influenza A H1N1 ya cobró su primera víctima política.

SE TRATA del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Mauricio Hernández, quien evidentemente ha dejado de tener una buena relación con su jefe, el doctor José Ángel Córdova.

QUIENES le tienen tomado el pulso a la Secretaría de Salud cuentan que el titular de la dependencia ya no tiene las deferencias de antes para con su subordinado.

DE HECHO, dicen, las discrepancias y el distanciamiento entre ambos ya es más escandaloso que un estornudo sin cubrebocas.

TAN ES ASÍ que el otro día, durante su conferencia de prensa diaria, Córdova sentó a su lado a Pablo Kuri Morales, quien fuera director del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades hasta enero pasado, cuando renunció -precisamente- por diferencias irreconciliables con el subsecretario.

DEBIDO a la emergencia, ahora Kuri es asesor del secretario y no faltan quienes dicen que, en breve, ocupará el lugar de Mauricio Hernández.


LA TRADICIONAL PRUDENCIA de la canciller Patricia Espinosa está causando molestia en Los Pinos.

SE SABE que dentro del equipo presidencial hay inconformidad con la funcionaria, pues consideran que le ha faltado firmeza en su postura ante los gobiernos que están discriminando a los mexicanos, como es el caso del de China.

QUE POR ESO tuvo que salir el propio Felipe Calderón a reclamar un trato correcto a los connacionales, dentro de ese revoltijo de ideas y conceptos que fue su "mensaje a la nación".

DENTRO del mundo diplomático hay quienes dicen que ahora que México necesita de los amigos del mundo, lo peor es cantarles pleito. Pero otros dicen que, al contrario, es momento de decirles sus verdades para que no nos sigan haciendo menos.

QUIZÁ POR ESO hay quienes dicen que hoy que aterricen en el DF los mexicanos repatriados de China, es muy probable que los reciba la mismísima Margarita Zavala.

CASI, CASI, los van a recibir como héroes.


LOS QUE siguen bailando tango del puritito coraje son los mexicanos varados en Argentina, pues nomás no han encontrado el apoyo de la embajadora María Cristina de la Garza Sandoval.

AL PARECER ya le jalaron las orejas desde la Ciudad de México a la diplomática, pues ayer mandó a dar la cara a Juan Miguel Ponce Edmondson, el ex jefe de la Interpol convertido ahora en funcionario consular.

PERO la esperadísima solución para quienes quieren regresar a nuestro país y no pueden, no dejó satisfecho a nadie.

LA EMBAJADA les "consiguió" un descuentazo para que compren un boleto de avión que los lleve a Sao Paulo, desde donde regresarían a México en un vuelo de Mexicana.

PERO RESULTA que el súper precio de 355 dólares que con tantos esfuerzos obtuvo la embajada... es exactamente el mismo que ¡el de la tarifa oficial!

¿SERÁ QUE la embajadora De la Garza ya ni se preocupa porque sabe que pronto será transferida a Rumania? Es pregunta.


CUANDO el gobierno chino supo de todas las escalas que tenía previstas la aeronave enviada a repatriar a los mexicanos detenidos en su territorio, se pusieron amarillos de los nervios.

Y ES QUE, con el antecedente que tuvieron de gripe aviar, lo que menos querían era... ¡un vuelo guajolotero!


TRASCENDIÓ
Que la encuesta telefónica nacional levantada ayer por el Gabinete de Comunicación Estratégica confirmó la tendencia de los trackings.

A la pregunta de qué calificación le pondrían a los siguientes personajes por su actuación en la crisis de la influenza, Felipe Calderón saca 7.1; Marcelo Ebrard 6.6 y Enrique Peña Nieto 6.5

Aprobados los tres. Aunque a los tres los superó la Organización Mundial de la Salud con 7.6

Que hablando de Marcelo Ebrard, el alboroto y desorden que ocasionó su presencia el lunes en Los Pinos, con unos 50 reporteros abalanzándose sobre él, provocó que el Estado Mayor Presidencial restringiera el acceso por la puerta cuatro de la residencia oficial.

Por razones de seguridad, dijeron.

Que en Xicoténcatl no cantan mal las rancheras. Hoy se inician las sesiones de la Comisión Permanente, pero serán a puerta cerrada. Los periodistas las tendrán que seguir a través de un circuito cerrado.

Para entrar al salón de plenos, los diputados y senadores tendrán que pasar por un control sanitario que incluye el llenado de un cuestionario, revisión de garganta y ojos, y desinfección de manos con gel.

Que quien sigue brillando por su ausencia, a pesar de la gigantesca crisis del sector porcícola por el virus A/H1N1, es el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas.

De acuerdo con su colaboradores, Cárdenas está muy ocupado. ¿Dónde andará, porque no se escucha su voz mientras se le cierran las fronteras a este producto mexicano?

Que uno de los pendientes por definir para la Secretaría de Educación Pública tiene que ver con la imposición del tapabocas para los alumnos.

Esa era la idea original, pero parece que no se ha encontrado a los proveedores suficientes para abastecer los millones de tapabocas que se requerirían.

Si son 33 millones de alumnos y cada tapabocas se tuviera que cambiar tres veces, se estaría hablando de ¡100 millones! Una cifra, por lo visto, inalcanzable.



BAJO RESERVA
Oseltamivir, un reparto desproporcionado

La Secretaría de Salud reportó que han sido distribuidas a los estados del país 242 mil 182 dosis del antiviral Oseltamivir, lo cual ha resultado muy eficaz para curar a los pacientes infectados con el virus de influenza A H1N1. Curioso reparto: 17 mil 572 tratamientos fueron al estado de Guanajuato, terruño del secretario de Salud, José Ángel Córdova, entidad en la que sólo existe el registro de una persona contagiada por el virus. Pero a San Luis Potosí envió una menor cantidad: 16 mil 617, cuando ha registrado 58 casos. A Michoacán, estado del presidente Felipe Calderón, envió 13 mil 125 tratamientos y sólo ha registrado un caso de contagio; a Zacatecas, con 33 casos, mandó 2 mil 538 y a Oaxaca, con 17 casos, 7 mil 383. Los números son de Salud, como le decíamos. Quizás los envíos no estaban relacionados con el número de casos de influenza, sino con la población.


El PAN se molestó con el IFE porque en los días pico del repunte de la epidemia de influenza estuvo transmitiendo sus spots políticos, lo que consideró falto de respeto para la ciudadanía. Pero el candidato a diputado federal del PAN César Nava no pensó lo mismo: lanzó un videomensaje a través de internet sobre el virus, y lo transmitirá semanalmente. A Nava le gusta internet. Cuando era precandidato construyó su Facebook y su Hi-5 (que por cierto clonaron) y hasta twitter. Ahora reparte gel desinfectante a la gente en la calle junto con información para evitar el contagio.


Andrés Manuel López Obrador ya grabó los spots de radio y tv en los que da su apoyo al PRD, como lo había anticipado. Sólo que con un pequeño detalle: sólo serán para su difusión en el Distrito Federal, y con colores y sabores que le hacen justicia a las corrientes que lo respaldan. Nos dicen que ha ratificado, como lo viene haciendo, que en el 2012 el candidato de su movimiento social “será el que esté mejor posicionado”, y mientras sigue afinando su estructura en el interior del país.


Apunte final: Ayer Cemex hizo cambios en su plantilla directiva para mejorar su desempeño financiero y operativo en medio de la mayor crisis que haya enfrentado una de las pocas firmas globales de México. Recuerde que tiene una deuda de 18 mil millones de dólares. El chiste entre los analistas es que “sólo faltó que anunciaran quién sería el nuevo entrenador de Tigres”, equipo que pertenece a la cementera y que está a una jornada de descender a Primera A. III El jaloneo por el dinero empezó ayer. Ni el gobierno federal ni el del DF aceptan que sobreactuaron con la epidemia (bueno, ahora resulta que salvamos a la humanidad), porque está empezando a salir el costo económico de las medidas tomadas. Ah, pero, eso sí, empezarán el regateo por las partidas presupuestales para aliviar la presión de crisis+influenza+elecciones.



PLAZA PÚBLICA
(Miguel Ángel Granados Chapa)
Hacia una nueva normalidad

Hoy comienza el camino hacia una nueva normalidad, una vez que la crisis por la aparición de la influenza primero porcina y después humana ha entrado en una fase de gravedad descendente y se aprecia el éxito de las iniciativas destinadas a contener la expansión del virus A H1N1. Hoy se reanuda en todo el país la actividad económica general y la de la administración pública federal, así como de la industria restaurantera en el Distrito Federal; aquellas se interrumpieron entre el 1o. y el 5 de mayo, y ésta a partir del 28 de abril y hasta el día de ayer. Mañana se abren las escuelas de enseñanza media superior y superior, cerradas a partir del viernes 24 de abril y que debían haber reiniciado sus labores hoy, conforme al anuncio inicial. Las correspondientes a la educación básica (guardería, preprimaria, primaria y secundaria) abrirán de nuevo el lunes próximo, y no hoy como se estableció en un principio.

La suspensión de la actividad económica general ordenada por un acuerdo de la Secretaría de Salud, que hizo vigentes disposiciones de la Ley General de Salud, fue observada sólo parcialmente, según la inspección del trabajo de la Secretaría respectiva. Entre viernes, sábado y domingo fueron visitadas 2 mil 500 empresas de todo tamaño en toda la República. El resultado fue que poco más de la mitad acató la disposición de emergencia y casi la mitad no lo hizo: 52 por ciento estuvo en el primer caso y 48 por ciento no lo hizo hasta que los inspectores del trabajo los obligaron a cerrar. Los infractores pueden ser sancionados de acuerdo con la ley mencionada hasta por el monto de 6 mil días de salario mínimo, alrededor de 328 mil pesos y por penas establecidas en la Ley Federal del Trabajo por una suma mucho menor, que llega a 17 mil pesos. Por haberse dictado el acuerdo respectivo el 30 de abril los afectados pueden alegar que era imposible obedecerlo a partir de las horas siguientes en que entró en vigor. Pero lo harán sólo las grandes empresas con acceso a servicios jurídicos eficaces (y onerosos) y no los pequeños negocios que se arriesgaron a abrir sus puertas para no perder ingresos.

El grado de acatamiento de las disposiciones de emergencia no parece que haya sido considerado a la hora de establecer normas que rijan la actividad económica a partir de hoy, pues si bien concluyó la fase aguda de la alerta, no ha cesado la emergencia y por lo tanto la Secretaría de Salud sigue en posibilidad de dictar normas obligatorias. Algunas de ellas son casi inocuas, como la supresión del uso de la corbata (que causará perjuicio al diseño y la industria respectivos, incluida la exitosa firma mexicana Pineda Covalin), pero otras que pueden significar erogaciones importantes y hasta forzar a hallar nuevos locales para funcionar, puesto que se establecen distancias mínimas entre las mesas de trabajo y que éstas se cubran permanentemente con manteles de tela que se laven a diario. Se requiere reglamentar estas medidas, imposibles de acatar de la noche a la mañana, por lo que debe estipularse un proceso gradual de cumplimiento si no se quiere que haya infracción generalizada a la norma, que abra un círculo vicioso (la mordida a los inspectores) que provoque simulación o, si se obra rectamente en sentido contrario, se incurra en nuevos costos no incluidos en los presupuestos en vigor que a su vez conduzcan a la inviabilidad de los negocios.

Algo semejante, aunque de mayor profundidad y aunque ello no está dictado por las autoridades, ocurrirá en la industria restaurantera. La crisis sanitaria actuó sobre este ramo de la actividad económica del modo en que lo hace el aguafuerte sobre la lámina del grabador: puso en relieve los rasgos de la situación. Esa industria descansa sobre un costo laboral mínimo y traslada la porción principal de su monto a la clientela. Dicho de otra manera, apenas paga a sus trabajadores que requieren la propina para aumentar sus precarios ingresos. El gobierno del Distrito Federal buscó paliar el daño causado a ese personal por el cierre de los establecimientos y anunció el pago de 50 pesos (un poco abajo del salario mínimo vigente) pero lo condicionó a que las empresas del caso estuvieran registradas a la seguridad social, para comprobar la relación laboral. Y resulta que pocos negocios cumplen esa obligación legal. La nueva normalidad debe hacer, también con calendarios adecuados, que esa industria, sobre todo la integrada por micros y pequeñas empresas, establezca un equilibrio que asegure ganancia legítima a sus propietarios pero no sobre la base de la expoliación a sus trabajadores. Lo mismo deberá hacerse -un programa para su vigencia plena- respecto de la distancia exigida entre las mesas y el número de comensales en cada una de ellas.

Con ese criterio deberá examinarse la situación de las salas de cine y teatro en la Ciudad de México. Cuando se reinicien sus labores, se prevé que lo hagan observando reglas de distancia entre butacas que harán incosteable la situación de los productores de teatro, especialmente el poco frecuentado, paradójicamente en función de su calidad. En las escuelas, donde hoy mismo y en los días siguientes se realizan necesarias acciones de limpieza, no se ha fijado un criterio semejante de distancia entre los pupitres. Si no se procedió en tal sentido en establecimientos en que la asistencia es obligatoria, menos razón hay para hacerlo en locales de concurrencia voluntaria, cumpliendo otros requisitos de higiene.


Cajón de Sastre

El optimismo que indudablemente ocasiona el virtual fin, o amortiguamiento al menos de la emergencia sanitaria, evidentemente ha contagiado a otras áreas de la administración, a menos que de lo que se trate sea de celos administrativos. Porque sólo optimismo o celos pueden explicar el anuncio del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, de que en un plazo breve también remitirá la crisis económica que, por si usted no se acuerda, ha pesado sobre nosotros con tan gran relevancia y profundidad o quizá más que la crisis sanitaria. Cuando está por saberse en qué medida la coyuntura que padece la industria automotriz norteamericana repercutirá en México, donde tanto pesa la actividad fabril correspondiente, no es muy responsable formular un pronóstico como el de Carstens sin ese dato, que puede influir en un sentido o en otro.



INDICADOR POLÍTICO
(Carlos Ramí¬rez)
Con base en información parcial e insuficiente, el jefe de Gobierno del DF aplicó a la ciudad de México el mismo método radical de cuarentena que el gobierno de China a compatriotas mexicanos: la suspensión de actividades en restaurantes y bares, sin entender la lógica laboral y menos la económica.

La decisión no sólo fue autoritaria sino desigual: los funcionarios públicos que no trabajaron en los mismos días de la influenza recibieron íntegramente sus salarios y prestaciones. Los propietarios de los restaurantes perdieron ingresos a cambio de nada. Y los trabajadores privados alcanzaron la fabulosa cantidad de 50 pesos por día.

Como el gobierno chino a mexicanos, Ebrard dio un trato discriminatorio a inversionistas y trabajadores, aplicó decisiones que significaron pérdidas económicas, usó el poder de la autoridad para imponer decisiones que tuvieron motivaciones políticas y no médicas. Ebrard tuvo la dureza para imponer por la fuerza del poder la suspensión de actividades productivas en restaurantes pero fue incapaz de impedir las marchas perredistas el primero de mayo sin obligarlos a cumplir con la exigencia de los cubrebocas.

El gobierno chino tomó la decisión de excluir a mexicanos que visitaban el país, los recluyó de manera autoritaria y sin reportes médicos en zonas aisladas y dio trato discriminatorio. Hasta donde se tuvieron datos, el gobierno de China no encontró a ningún afectado, pero aun así aplicó la fuerza de un régimen autoritario, militar y dictatorial. El gobierno mexicano tuvo que enviar un avión especial a recogerlos para evitar más humillaciones. Los restauranteros capitalinos deben sentirse como los mexicanos en China: víctimas de decisiones de poder desproporcionadas.

La decisión de Ebrard de clausurar actividades en restaurantes y bares contribuyó a multiplicar el pánico social internacional porque dejó la impresión de que el DF era un centro infectado. La decisión oficial capitalina de imponerle reglas estrictas al funcionamiento de restaurantes a partir de mañana jueves también es restrictiva y sobre todo autoritaria, además de mantener el pánico social sobre la proliferación de la influenza humana y la incapacidad oficial para vencerla. Además, deja los indicios de que la vida normal en la ciudad de México no regresará nunca.

En ninguna otra parte de México o del mundo se aplicaron medidas tan radicales como la de cerrar restaurantes. Con ello el gobierno del DF dejó dos señales: la incomprensión de la epidemia de influenza y la seguridad de que el DF es una de las ciudades más infectadas del mundo. Asimismo, el GDF fijó la impresión de que está ocultando información sobre la verdadera dimensión de la pandemia vis a vis la magnitud de cerrar miles de lugares públicos y luego la determinación de obligar a los negocios a operar al 50 por ciento de su capacidad, lo que provocará despidos.

Los estilos de Ebrard han comenzado a generar reacciones. No sólo las protestas de los afectados por las decisiones autoritarias al estilo chino, sino su decisión de separar al Distrito Federal de las políticas nacionales. Inclusive, ante la oportunidad de demostrar su condición de estadista, Ebrard acudió a Los Pinos de incógnito porque nunca se quitó el cubrebocas seguramente con la secreta esperanza de que nadie lo reconociera o que López Obrador no se percatara que su heredero había acudido a la sede del poder ejecutivo federal constitucional. Aun en situaciones de emergencia Ebrard no pudo ocultar la mezquindad de los políticos resentidos.

Lo grave para la biografía política de Ebrard son las racionalidades del pasado. En 1988, Ebrard no sólo fue operador político priista de la campaña de Carlos Salinas de Gortari sino el principal negociador de Manuel Camacho y Salinas para convencer al PAN de dar su voto de legitimación a Salinas. Poco más de 20 años después, Ebrard se niega a reconocer al presidente de la República que ganó las elecciones en las mismas casillas que Ebrard. Es decir, Ebrard usó la política para legitimar a un presidente que no había ganado las elecciones y se niega a reconocer a uno que sí las ganó.

La mezquindad política y social de Ebrard disminuyó el valor político de su presencia en Los Pinos. O ya reconoció a regañadientes la legitimidad de la investidura de Felipe Calderón o acudió a la sede del gobierno sin reconocer la constitucionalidad del Poder Ejecutivo y con ello redujo valor legítimo a las decisiones ahí asumidas que involucran al Distrito Federal. La decisión de Ebrard de no reconocer abiertamente y con seriedad la institucionalidad de la República lo convierte en un renegado de la democracia y lo perfila no como estadista sino como un resentido lopezobradorista que quiere llegar a la presidencia de la República para gobernar al país como manda -que no gobierna- el DF.

El cubrebocas de Ebrard en la reunión de Los Pinos fue un símbolo patético de quien ejerce la política y el poder en función de caprichos lopezobradoristas. Ahora se sabe que el miedo a una foto Ebrard-Calderón no es del presidente de la República que peca de tolerancia al aceptar con paciencia los infantiles jueguitos a las escondidas del jefe de gobierno del DF, sino que es Ebrard quien tiene temor a reconocer la legitimidad del gobierno de la República. Y desde luego, confirma las peores previsiones de que Ebrard sólo reconoce a López Obrador y con ello convierte a los capitalinos en rehenes de los caprichos del tabasqueño que se niega a reconocer la más simple de las reglas de la democracia: la derrota.


ASALTO A LA RAZÓN
(Carlos Marín)
Caridad sí, respeto no

El viernes, mientras en Shanghái, Pekín y Hong Kong se desataba la cacería de mexicanos, en el DF aterrizaba un avión cargado de guantes, capas de aislamiento, máscaras, desinfectantes y termómetros infrarrojos donados por el gobierno chino.

De madrugada, Felipe Calderón tuvo la decencia de acudir al aeropuerto para agradecer el gesto, ignorante por lo visto de que varias decenas de sus gobernados estaban siendo tratados como ratas.

Pero el domingo reaccionó: “México no pide caridad, sino respeto”.

En consecuencia, era de suponerse que la donación sería devuelta a la chinada.

Sueños guajiros: este lunes llegó la segunda parte del regalo y, si bien Calderón ya no fue de nuevo al aeropuerto, nada indica que lo rechazará.

Para darle congruencia a sus palabras (“México no pide caridad, sino respeto”), lo lógico es que Calderón reconsidere la limosna china.

Si no hay de dónde, que aproveche los créditos abiertos conseguidos por Hacienda para tener los cinco pinches millones de dólares que importa la agraviante “ayuda”.

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