jueves, 28 de mayo de 2009

Opiniones políticas en diarios nacionales


A continuación algunas columnas polí­ticas que aparecen los principales diarios de circulación nacional.

TEMPLO MAYOR
EL PERREDISTA Leonel Godoy pasó del susto al enojo y del enojo a la preocupación.

Y ES QUE cuando supo que encapuchados habían entrado al Palacio de Gobierno para llevarse a su colaboradora Citlalli Fernández, pensó que se trataba de "Los Zetas".

PERO CUANDO se enteró de que, en realidad, todo era parte de un operativo antinarco del gobierno federal, montó en cólera porque nadie tuvo la delicadeza de avisarle.

DE AHÍ QUE tomó el teléfono y le llamó a Fernando Gómez Mont para reclamarle airadamente.

SIN EMBARGO, la llamada con el secretario de Gobernación lejos de tranquilizarlo, más bien dejó inquieto a Godoy.

AL PARECER hay evidencias serias, no sólo nacionales sino también estadounidenses, de que la ahora detenida Citlalli no andaba en buenos pasos.

Y EL ASUNTO se agrava toda vez que la funcionaria es una de las más cercanas al gobernador, pues colaboró con él desde que éste era jefe de la policía del DF, luego ya en Michoacán fue nombrada titular de Seguridad Pública y hasta el martes se desempeñaba como asesora del mandatario estatal.

QUIZÁ POR ESO dicen que Godoy le preguntó preocupado a Gómez Mont... si también iban por él. Ya le dijeron que no.


LA PREGUNTA que más se repite en los pasillos políticos es: ¿quién sigue?

LUEGO DE las detenciones de funcionarios en Morelos y Michoacán, priistas, panistas y perredistas cruzan apuestas sobre quién será el próximo gobernador en el caldero.

HASTA AHORA los momios no definen favorito. Pero si alguien quiere pegarle a la chica bien podría ponerse a investigar qué tan nerviosos andan los gobernadores en estos días.

O MÁS FÁCIL: nomás que le pregunten al duranguense Ismael Hernández Deras, al aguascalentense Luis Armando Reynoso, al nuevoleonés Natividad González Parás o al chihuahuense José Reyes Baeza... ¿por qué tan ojerosos últimamente? ¿Insomnio repentino? ¿O es por el calor que no pueden dormir?


FINALMENTE los viajeros de la "Expedición 1808" llegarán a su destino: la televisión.

SE TRATA del reality show que produjo el gobierno de Marcelo Ebrard para conmemorar el Bicentenario, en el que siete "expedicionarios" visitaron siete ciudades iberoamericanas.

POR LO QUE CUENTAN la idea original era que el programa fuera transmitido por alguna televisora nacional, pero de éstas algunas no se interesaron y las otras pedían una fortuna por llevarlo a las pantallas.

ANTE ESTO Ebrard firmará hoy un convenio con la cadena Fox, a fin de que el serial sea transmitido por National Geographic. Y lo mejor: de gratis.


CON EL OJO CUADRADO se quedaron los líderes estatales panistas al ver el extraño optimismo de su dirigente nacional, Germán Martínez.

EN LA REUNIÓN que tuvieron el martes, el michoacano les dijo muy ufano que las encuestas le dan un empate al PAN con el PRI, por lo que calcula lograr 180 diputaciones... casi las mismas que los priistas.

SEGÚN GERMÁN la noticia es buena, porque significa que están tablas con los tricolores.

NADIE tuvo el valor de darle la mala noticia al dirigente panista: esas 180 curules serían como 30 menos de las que tienen ahora.


TRASCENDIÓ
Que durante la reunión que el mandatario de Michoacán, Leonel Godoy, tuvo al inicio de su gestión con el secretario de la Defensa, Guillermo Galván, para alertarlo sobre la presencia del narco en la entidad, el perredista le presentó un escenario cercano a la ingobernabilidad.

Godoy informó al titular de la Sedena que había sólidos indicios de que casi 40 por ciento de los gobiernos municipales mantenían relación, o algún tipo de compromiso, con grupos de la droga. La cifra, de suyo alarmante, está abajo de la media nacional que maneja la ONU: narcoligas en 60 por ciento de las alcaldías del país.

El general sabía de qué le hablaban. Hace meses MILENIO dio cuenta de un estudio militar en el que se pone el acento en el riesgo de inestabilidad a causa de la narcoviolencia.

Que a propósito de relaciones estados-Federación, el presidente Felipe Calderón aprovechó su visita a Nuevo León para sostener un encuentro privado con el gobernador priista Natividad González Parás, quien en su discurso público dejó claro que respeta la institucionalidad y tiene disposición para trabajar con el gobierno federal.

De seguro el célebre Nati no quiere una sorpresita como la que recibió la mañana del martes su colega perredista de Michoacán. No vaya a ser el diablo.

Que en medio de la descomposición de los cuerpos policiacos en varios estados, algo pueden presumir el procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, y el jefe de la Policía Judicial del Distrito Federal, Jesús Jiménez Granados.

En la más reciente renovación de licencia colectiva de portación de armas de fuego que realizó la Sedena a la corporación, de los 4 mil elementos sólo dos dieron positivo en los exámenes toxicológicos, y uno por prescripción médica. A dos outs estuvieron del juego perfecto.

Que en medio del intercambio de acusaciones entre PAN y PRI, se acerca otra tormenta en el IFE.

El organismo, que encabeza Leonardo Valdés Zurita, ya dio entrada a una queja del tricolor contra el blanquiazul, por hacer uso indiscriminado de la figura presidencial; sin embargo, el priismo ya perdió el primer round, pues le fue negado el retiro de los promocionales como medida cautelar.



BAJO RESERVA
Que cuando Leonel Godoy ganó Michoacán, grupos criminales convocaron a 80 alcaldes electos a una reunión regional

En las primeras horas de ayer miércoles, uno de los principales cuadros del PRD narró a un grupo de amigos un hecho espinoso, guardado celosamente desde 2008: Que cuando Leonel Godoy ganó Michoacán, grupos criminales convocaron a 80 alcaldes electos a una reunión regional. Ahora se sabe que “les dieron línea”; difícil saber quién se apegó. En ese entonces, la cúpula nacional del partido y el mismo Godoy acudieron con el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, para informarle; él recomendó al nuevo mandatario que tuviera cuidado. La investigación que llevó al arresto masivo de alcaldes y colaboradores cercanísimos de Godoy tenía seis meses, si creemos en lo que afirma la PGR. Dos preguntas lógicas serían: ¿Por qué no empezó antes? ¿Por qué no concluyó después de las elecciones? Aunque hay un apoyo rotundo del PRD a las acciones contra narco, también hay dudas sobre la forma y el fondo. ¿Sí hay caso contra todos los detenidos? ¿Era necesaria la evidente rudeza contra Godoy? Un dato que no debe ser pasado por alto es que el presidente Felipe Calderón, a quien le gusta involucrarse en su campaña contra los criminales (y hasta anunciar personalmente los golpes bien dados) ayer no dijo nada, sino generalidades, sobre el narco.


Como sea, nos cuentan, el PRD reanudará formal y públicamente la relación con el gobierno federal. Este mediodía el líder del perredismo nacional, Jesús Ortega, se reunirá en Bucareli con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. Nos aseguran que los perredistas van con la espada desenvainada. Llevan un enérgico reclamo al encargado de la política interna del país por no avisar a Leonel Godoy del operativo. Exigirán que no se use el tema con fines electorales, y que tampoco se vuelva una cortina de humo para distraer a la sociedad de la crisis que, afirman en el PRD, es ya más grave que la de 1994.


Es guerra. Eso dijeron en el cuartel de Manlio Fabio Beltrones. La falta de publicación de 39 decretos, unos relacionados con la crisis y otros con el crimen organizado, será la mecha de una bomba que prepara el PRI en el Senado. Quieren citar ante el Congreso a Ernesto Cordero, secretario de Desarrollo Social, porque “hay dudas fundadas” de que beneficiarios de programas sociales han sido seleccionados por el PAN como sus representantes para el proceso electoral del próximo 5 de julio. Eso dicen en el cuartel de Beltrones. Ahora falta que lo sostengan con pelos y señales.


Apunte final: Hay una pista perdida. Es el alcalde priísta del municipio de Múgica (Nueva Italia), Armando Medina. Si se fugó, salió de adentro del Congreso local, en donde trató de refugiarse con sus amigos de partido. Si no está prófugo, ¿por qué nadie sabe en dónde está?



PLAZA PÚBLICA
(Miguel Ángel Granados Chapa)
Crimen en La Laguna

El asesinato del reportero Eliseo Barrón Hernández ocurre en el marco de una crisis de seguridad en Torreón que implicó el despido de 302 agentes de la policía municipal, y de un incremento en las agresiones a periodistas, 50 de ellos asesinados en esta década

La Comarca Lagunera padece desde hace meses una ola criminal que anteayer cobró una vida más, la del reportero Eliseo Barrón Hernández, del diario La Opinión/ Milenio. El lunes por la noche un comando armado asaltó su casa, donde el periodista descansaba en compañía de su esposa Judith Ruiz Ortega y sus hijas Ana Sofía y Yamileth. Tras el levantón, fue torturado y muerto. Su cadáver fue hallado la mañana del martes en el canal de Tlahualilo, en el ejido Eureka, municipio de Gómez Palacio, Durango.

No es necesario recordar que en La Laguna la gran aglomeración urbana comprende el municipio coahuilense de Torreón y los duranguenses de Gómez Palacio y Lerdo. Barrón Hernández trabajaba en el primero y vivía en el segundo, donde acaecieron su secuestro y muerte. Luego de haber estudiado agronomía, el periodista halló el camino de la comunicación. Tras un breve comienzo en un diario fronterizo, en su Torreón natal se incorporó hace 11 años al diario La Opinión, periódico fundado en 1917 por don Rosendo Guerrero, cuya familia vendió la empresa editora al grupo Multimedios, propietario del Grupo Milenio, que además de ese medio impreso opera allí dos radioemisoras y el canal 9 de televisión.

Como reportero de policía, Barrón Hernández tenía mucho trabajo. Durante el año pasado se intensificaron los secuestros, al grado de hacer de Torreón una ciudad tan insegura que en febrero de este año el presidente Calderón fue disuadido de visitarla, no obstante que en la agenda figuraba su presencia allí. Al referirse al clima de inseguridad que padecen los torreonenses Calderón explicó que resulta de los enfrentamientos entre bandas que disputan una ruta de que forma parte Torreón.

Entre los secuestros sin resolver sobresalen el de Enrique Ruiz Arévalo, director de la unidad antisecuestros de la Procuraduría estatal, ocurrido en mayo de 2007 y el de Félix Batista, un asesor de seguridad especializado en secuestros, que se convirtió en víctima de ese delito en diciembre pasado.

Como parte de su modus operandi, las bandas delincuenciales corrompen a las autoridades, como lo muestra el preocupante tajo a la policía municipal que el ayuntamiento torreonense se sintió obligado a dar la semana pasada. El 21 de mayo el alcalde anunció que se había perdido la confianza a 302 miembros de esa corporación, que por ese motivo fueron destituidos. Ésa fue una de las últimas informaciones trabajadas por Barrón Hernández, cuyo secuestro y asesinato serán investigados por la Procuraduría General de la República, lo que equivale a decir que no serán resueltos.

Anoche en la Ciudad de México fueron entregados los premios nacionales de periodismo 2008. Es seguro que la muerte de Barrón Hernández haya sido deplorada en esa ceremonia, como ocurrió hace un año con la de las comunicadoras triques Teresa Bautista y Felícitas Martínez, asesinadas el 7 de abril de 2008, y hace cuatro años con la desaparición de Alfredo Jiménez, reportero de El Imparcial, de Hermosillo, que fue privado de la libertad el 2 de abril de 2005 sin que desde entonces se sepa de él. Son tan frecuentes las agresiones a periodistas, que la PGR estableció una fiscalía especializada en esos casos, caracterizada por su entera inutilidad. Y lo mismo puede predicarse de las procuradurías estatales. Si la ominosa regla es que homicidios y secuestros quedan generalmente impunes, no hay razón para pensar que los casos en que las víctimas son periodistas fueran la excepción.

Con motivo del asesinato de Barrón Hernández, la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha formulado una síntesis de los ataques padecidos por el gremio periodístico. De 2000 a 2009 la CNDH ha registrado el homicidio de 50 periodistas profesionales. De 2005 a 2009 ha documentado la desaparición de siete informadores.

El número de expedientes iniciados por violaciones a los derechos humanos de periodistas "muestra una preocupante tendencia al alza", dijo la CNDH, al dar a conocer que en 2000 se abrieron 13 expedientes de esa naturaleza. Fueron 21 al año siguiente y 43 en el 2002. Se redujo el número en 2003, cuando se iniciaron 29 expedientes. Pero desde entonces no ha dejado de subir: 43 en el 2004; 72 en el 2005; 74 al año siguiente; 84 en 2007. El año pasado hubo cuatro casos menos, pero en el primer cuatrimestre de este año se han abierto ya 24. Por eso concluye la Comisión que "el periodismo en nuestro país se ha convertido en una profesión de alto riesgo, sobre todo considerando que estos datos sólo revelan la existencia de casos de los que toma conocimiento la Comisión Nacional, por lo que la cifra real de agravios en contra de periodistas puede ser mayor si se consideran los casos que competen a las comisiones estatales y los que no se denuncian".

Pasado mañana se cumplirán 25 años, un cuarto de siglo ya, de un asesinato emblemático en este campo, el de Manuel Buendía. Ultimado a balazos por la espalda en pleno centro de la Ciudad de México -en la avenida de los Insurgentes no lejos del Paseo de la Reforma- su homicidio permaneció impune largo tiempo y al cabo de otro prolongado lapso puede decirse que sus asesinos siguen sin el castigo pleno que la ley y la justicia les deparaban. José Antonio Zorrilla, el jefe de la policía política del gobierno autoritario que urdió el crimen, salió en libertad en febrero pasado, 10 años antes de cumplir su condena. Lo consiguió por una colusión de funcionarios del gobierno del Distrito Federal que no debe quedar impune.


Cajón de Sastre

Aunque el boletín oficial de la PGR informa que "el agente del Ministerio Público de la Federación adscrito a la subdelegación de procedimientos penales en el municipio de Gómez Palacio atrajo la investigación" del crimen de que fue víctima Eliseo Barrón Hernández, es probable que por razones de especialización aborde el caso el fiscal para delitos contra periodistas, Octavio Alberto Orellana Wiarco, que ha tenido un triste desempeño en ese papel, desde que lo asumió en marzo de 2007. Sólo una ventaja tendría este abogado en el conocimiento del caso (aunque podría funcionar también como desventaja): vivió cerca de 30 años en Torreón, donde fue juez penal y notario público, además de dirigir un instituto superior de estudios sobre seguridad pública.



INDICADOR POLÍTICO
(Carlos Ramí¬rez)
1) El operativo antinarcóticos en Michoacán mostró en toda su amplitud el papel estratégico del ejército en la lucha contra el narcotráfico. Los ataques contra el ejército han querido evitar su participación en el combate contra el crimen organizado.

2) En cambio, la queja del gobernador perredista Leonel Godoy ante el operativo no fue para condenar la narcopolítica ni para comprometerse a limpiar la casa sino para denunciar que fue excluido. Por tanto, al gobernador le importa demasiado no haber sido informado, en lugar de la penetración del narcotráfico en las estructuras de poder en Michoacán.

3) Godoy tuvo razón en su desplegado a la opinión pública: "el crimen organizado es un delito federal". Sin embargo, nada dice Godoy sobre la otra parte de la realidad: el crimen organizado se metió en las estructuras locales como un asunto político local. Ahí la corresponsabilidad es doble: negligencia o complicidad.

4) Godoy también se equivoca cuando se preocupa más por la reivindicación de algunos detenidos en caso de ser inocentes; pero no se compromete a profundizar sus propias investigaciones. Con ello, el gobernador de Michoacán cede la indagatoria a las autoridades federales. Sin embargo, la narcocorrupción encontrada fue local.

5) El operativo evidenció el problema principal del narcotráfico: no la producción, transporte, comercialización, consumo y lavado, sino la penetración de las estructuras sociales, gubernamentales y políticas. Y la prueba la dio el propio gobernador Godoy: su defensa de la presunta inocencia de algunos de los detenidos, en lugar de un compromiso para indagar cómo la mafia de La Familia se metió en el gobierno y la sociedad michoacana.

6) Hay datos que agravan el conflicto: Godoy no es un improvisado en política y menos en seguridad. Además de ser abogado penalista, Godoy fue secretario de Seguridad Pública en el gobierno perredista de Andrés Manuel López Obrador. Además, fue subprocurador de justicia y secretario de gobierno en Michoacán en el gobierno priista de Cuauhtémoc Cárdenas y también secretario de gobierno -encargado de la seguridad interna- en el gobierno perredista de Lázaro Cárdenas.

7) Por tanto, Godoy no puede alegar desinformación, salvo para eludir responsabilidades. Si no sabía del operativo, entonces su papel como gobernador ignora muchas otras cosas que pasan en Michoacán. Pero por los cargos ejercidos localmente en el pasado, Godoy debió de estar enterado de las mafias. Si no, entonces Godoy estaba en la luna. Aunque en asuntos de política y gobierno, la negligencia es sinónimo de corrupción.

8) El narcotráfico se convirtió seriamente en un problema de seguridad local desde mediados del gobierno de Lázaro Cárdenas Batel, en el que Godoy era secretario de gobierno y responsable de la seguridad interior del estado. Pero Godoy pareció sorprendido en septiembre del año pasado cuando La Familia estalló granadazos en el zócalo de la capital. Y luego circularon informaciones adicionales sobre la organización de La Familia en el estado y su actividad abierta.

9) Godoy sí estaba enterado de las indagatorias federales. Pero frente al problema del operativo, Godoy prefiere pasar por gobernante en la luna que como responsable de la seguridad interior de la entidad. Inclusive, había sido informado de la investigación sobre alguno de sus colaboradores. Por tanto, no debió de haberse sorprendido con el operativo. No hay indicios de que Godoy hubiera abierto una indagación sobre sus colaboradores señalados de tener vínculos con el narcotráfico.

10) La penetración del crimen organizado en Michoacán no es nueva. En mayo de 2007, al calor de la lucha por la candidatura perredista, el presidente del PRD michoacano, Cristóbal Arias, denunció "nexos" del entonces senador Leonel Godoy con el crimen organizado. Arias pidió también indagar a los exprocuradores estatales Miguel Ángel Arellano Pulido y Lucía Arteaga, así como al entonces procurador Juan Antonio Magaña Mora. Arias también reveló que a principios de mayo la SIEDO había detenido al primer comandante de la policía ministerial, Jehová Cortés, quien había sido chofer de Godoy.

11) Por tanto, las relaciones de políticos locales con el crimen organizado del narcotráfico no son nuevas ni sorpresivas. Inclusive, algunos expedientes de investigación continúan en la Procuraduría General de la República. Y los datos tampoco son menores: jefes policiacos y funcionarios judiciales del gobierno de Lázaro Cárdenas Batel eran investigados por las autoridades judiciales.

12) El problema número uno del narco es su penetración en instituciones de gobierno. Los operativos del ejército y la PGR han exhibido esas relaciones peligrosas en Michoacán, Zacatecas, Morelos y Cancún. Y hay otras plazas bajo investigación: Tamaulipas, Chihuahua, Sonora y Colima, donde pistas del narco han conducido a relaciones políticas y de poder con las mafias.



ASALTO A LA RAZÓN
(Carlos Marín)
Sí: doblan por todos

De regreso al DF, después de las exequias de Eliseo Barrón en un remoto, polvoriento y ardiente panteón ejidal, no pueden sacudirse de la cabeza los versos de Miguel Hernández que trajo a la memoria la mezcla de pesar e indignación que provocó el asesinato.

Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado...”.

Y cuando comienza uno a pensar en otras cosas, un correo del periodista Jorge Cisneros remite a las coincidencias halladas en Torreón entre periodistas de todos los medios de la Comarca Lagunera, los feligreses de la Iglesia cristiana y los amigos que acompañaron a la joven viuda y a María de Lourdes, la estoica madre que perdió al quinto de sus hijos:

¿Qué hay, Marín? Se siente uno raro, pero es de corazón. Te mando mi pésame. A Eliseo no lo conocí, pero era un compañero de oficio. Se siente uno raro, pero es igual. Como en Por quién doblan las campanas, no hay que preguntar por quién suenan, están doblando por todos...”.

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