martes, 28 de abril de 2009

Columnas políticas en diarios nacionales


A continuación algunas columnas polí­ticas que aparecen los principales diarios de circulación nacional.

TEMPLO MAYOR
"ORA sí que éramos muchos... ¡y parió la abuela!

PRIMERO FUE la crisis de inseguridad, luego la debacle financiera mundial y, ahora, la epidemia de influenza que, si de por sí es grave, a ver si -además- no le provoca a México una neumonía económica.

DE HECHO apenas ayer, en corto, el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, le comentó a un grupo de senadores priistas que existe una gran preocupación en el gobierno mexicano por los efectos económicos que tendrá la epidemia.

SIN DUDA QUE las autoridades deben estar más que preocupadas pues el bajón económico es evidente porque la gente no sale de su casa al no poder acudir -y consumir- en lugares públicos como restaurantes, cines, estadios, centros comerciales, teatros, y un largo etcétera.

A CUALQUIERA le dan escalofríos, fiebre y hasta le lloran los ojitos cuando a lo anterior se le suma la tasa de desempleo que ronda el 5 por ciento; el desplome en la producción industrial, que en el último dato cayó 13.2 por ciento; y el repunte en los precios al consumidor, que registraron un alza del 6.04 por ciento en marzo.

Y ESO sin mencionar la baja en la llegada de turistas extranjeros que ya empezó a presentar los primeros síntomas de una epidemia.

DE AHÍ QUE voces expertas -con todo y cubrebocas- están advirtiendo que la administración de Felipe Calderón tendrá que hacer algo en serio para que, una vez que pase la emergencia por la influenza, se eche a andar un auténtico plan de rescate económico lo antes posible.

POR ELLO no suena descabellada la propuesta de la iniciativa privada de que, dada la dura crisis, lo más conveniente sería aplicar a la economía una medicina igual de efectiva que el Oseltamivir para la influenza.

ES DECIR, dar de baja algunos impuestos -como por ejemplo, el IETU- a fin de aligerarle la carga a empresas y profesionistas, que ya no sienten sólo lo duro de la crisis sino lo tupido de tantas broncas.


Y A TODO ESTO, ¿qué dicen de la crisis sanitaria los senadores y los diputados?

PUES AL PARECER no tienen mucho qué decir pues resulta que los presidentes de las comisiones de Salud de ambas Cámaras, los panistas Ernesto Saro y Éctor Ramírez, ¡no están en México!

LOS ANGELITOS andan en Turquía, donde recibirán un "reconocimiento" por impulsar la ley antitabaco.

A LO MEJOR por eso la Cámara de Diputados decidió ignorar la alerta y sesionará normalmente esta semana. Han los legisladores de pensar que su fuero sirve ¡hasta para la influenza!


A VER, A VER, ¿qué fue lo que realmente pasó en el Archivo General de la Nación con la salida de su director?

LA VERSIÓN OFICIAL es que Jorge Ruiz Dueñas renunció al organismo "por razones personales"... pero lo que se dice en los pasillos del antiguo Palacio Negro de Lecumberri es otra cosa.

DICEN QUE, en realidad, el funcionario fue despedido porque a alguien no le gustó que haya aceptado resguardar y abrir al público el archivo personal de Porfirio Muñoz Ledo. ¿A poco será cierto?


ALLÁ EN el Centro Fox andan muy preocupados por lo que le pueda pasar a su jefe.

Y ES QUE si algo tienen claro es que para Vicente Fox... no hay tapabocas que funcione.



TRASCENDIÓ
Que el secretario de Educación Pública. Alonso Lujambio, rompió la luna de miel que sostenían desde el jueves el gobierno federal y el del DF.

Lujambio convocó a una reunión de trabajo por la crisis sanitaria a los secretarios de Educación de las distintas entidades (acudieron 23)… pero se le ¿olvidó? invitar al del DF, Axel Didriksson.

Al parecer, Lujambio ha decidido heredar el pleito Didriksson-Josefina Vázquez Mota. ¿A título de qué?

Que a partir de hoy, los secretarios de Estado y funcionarios del gobierno federal que aparezcan en las conferencias de prensa sobre el virus de la influenza porcina portarán tapabocas.

Al parecer, la instrucción surgió de la Presidencia de la República. A predicar con el ejemplo.

Que, a propósito de predicar con el ejemplo, el presidente Calderón se atrincheró en Los Pinos con su esposa Margarita y sus tres hijos.

Y ahí se mantendrán hasta nuevo aviso.

Que, como de Ripley, un grupo de jueces del Tribunal Superior de Justicia del DF pidió que se les permita trabajar pese a la suspensión de labores por la epidemia.

Dicen que tienen mucho trabajo rezagado y quieren aprovechar. El presidente del Tribunal, Edgar Elías Azar, les dijo que adelante, “pero bajo su propio riesgo”.

Que los primeros grandes afectados económicos por la crisis de la influenza son los restauranteros. Según la cámara nacional del ramo, se registraron pérdidas de 300 millones de dólares en estos primeros cuatro días.

La asistencia cayó al piso y, si la situación persiste, pedirán apoyos al gobierno federal.

Que hay de prioridades a prioridades. La de Gerardo Fernández Noroña parece seguir siendo el protagonismo con base en puntadas.

Hoy reaparecerá para clausurar simbólicamente la Secretaría de Salud, ya que, según él, la dependencia ha hecho un “manejo por demás oscuro e irresponsable” de la crisis de la influenza, lo que “ha generalizado el pánico entre la población con una supuesta pandemia, que las autoridades mundiales de salud no han visto”.

¡Órale! ¿No habrá alguien que asesore a Gerardo?



BAJO RESERVA
Qué días estamos viviendo


Qué días estamos viviendo. Vea: la emergencia por la epidemia de la influenza ya llegó hasta los órganos descentralizados. Con el proceso electoral encima, el IFE suspendió a partir de ayer la capacitación ciudadana en los 4 mil 202 centros y módulos ante la emergencia. Esto se reanudará hasta que pase la contingencia, nos dicen. También el IFAI canceló sus actividades. El organismo que preside Jacqueline Peschard suspendió la recepción de solicitudes de información y su sesión pública que sería el próximo miércoles. Pero esto no fue todo; la sala superior del Tribunal Electoral federal y sus salas regionales sesionarán hoy a puerta cerrada. El TEPJF informó que todas las actividades públicas, de capacitación interna y externa, así como las reuniones de trabajo que no se vinculen directamente con la actividad jurisdiccional, serán suspendidas, mientras que aquellas concernientes a los procesos electorales continuarán sin interrupciones.


A más de 72 horas de haberse declarado la emergencia por la epidemia de influenza, hay un personaje ausente del que hasta el momento nadie da cuenta. Se trata del titular de la Sedesol, Ernesto Cordero. Han sido varios los secretarios que han anunciado medidas en sus respectivas carteras por el brote epidémico. Sin embargo, hasta anoche Cordero no había aparecido tampoco en la residencia oficial de Los Pinos, a donde se convocó a una reunión de evaluación. Corren versiones que al parecer apuntan a una enfermedad de las vías respiratorias. ¿Será?


De manera oficial, el PRD anunció este lunes que cancelará sus festejos por los 20 años de su fundación, ya que se sumará a las medidas preventivas promovidas por el sector salud ante el virus de la influenza porcina. Los adversarios del presidente nacional del PRD, Jesús Ortega, nos comentan que el dirigente se verá directamente beneficiado por los efectos de la epidemia que hay en el DF y otras entidades del país, ya que con la cancelación evitará una nueva rechifla ya anunciada por algunos, que sería de la misma o mayor intensidad a la que se presentó cuando llevó a sus candidatos al Auditorio Nacional.


Apunte final: El senador del PRD Antonio Mejía Haro promociona desde ayer un punto de acuerdo en el que acusa al gobierno federal de ineficiente en el combate del virus de influenza, porque, dice, no se preocupó en establecer laboratorios especializados y médicos certificados suficientes. Propondrá cordones sanitarios en puertos, aeropuertos, centrales de autobuses y demás lugares que sean necesarios. Y la suspensión de todos los actos públicos masivos… como ya sucedió. La mayoría le dio la vuelta a la propuesta. Llega tarde, dijeron. Es poco propositiva, poco especializada… y hasta huele a electorera.



PLAZA PÚBLICA
(Miguel Ángel Granados Chapa)
Sólo falta que un perro

Tembló en la Ciudad de México al mediodía de ayer cuando el secretario de Salud hacía saber que en las últimas 24 horas el número de personas muertas por la influenza porcina había crecido de 103 a 149, y que el número de casos atendidos llegó a casi 2 mil (mil 995), 600 más que la víspera, cuando la cifra se situó en mil 384. Fue un estremecimiento de 5.7 puntos en la escala de Richter, prolongado durante casi un minuto. A la hora de escribir estas líneas no se sabía que el sismo hubiera causado muerte ni daños de relevancia. Sólo eso nos faltaba. Como se dice aún en los poblados ante un acumulamiento de infortunios y aun de desgracias: sólo falta que nos orine un perro.

A la hora en que aquí temblaba, la Organización Mundial de la Salud hacía pasar de 3 a 4 el nivel de alerta. La mudanza correspondió a la previsión hecha la víspera, el domingo, cuando la OMS calculó el riesgo de que el virus recién aparecido "evolucione y se vuelva más peligroso". Mientras tanto, más los gobernados y menos el gobierno están tomando a su cargo el control de la situación. La Ciudad de México mostró el fin de semana y el lunes un rostro desapacible, atendiendo con puntualidad las recomendaciones de las autoridades, a fin de contener la propagación del virus, un virus que está siendo atacado y contra el cual se dice tener un vasto arsenal de armas, sin que se sepa bien a bien de qué se trata: el domingo el presidente Calderón reconoció tal incertidumbre al anunciar que "en 72 horas... México estará en posibilidad de contar con laboratorios específicos capaces de identificar con seguridad la presencia del nuevo virus; ello nos permitirá mayor precisión en el diagnóstico, tratamiento y estrategia preventivas". O sea que lo hecho hasta este momento carece de esa precisión. Deseamos que no se trate de acciones orientadas a que los medios hablen de ellas, sino a encarar verdaderamente el riesgo de muerte que esa novedosa enfermedad provoca.

Esperemos también que en lo que toca a su propia responsabilidad el Ejecutivo tenga más certidumbres que las que expresa, pues por momentos parece no saber de qué habla. Dos veces al menos ha dicho que "estamos ante una epidemia no tanto por el número de casos, sino por el hecho de que se trata de una mutación del virus de la influenza". Viejo o nuevo, conocido o desconocido, el carácter del germen no define a una epidemia, sino el aumento del número de casos de un mal en un territorio y momento determinados. Tampoco parece tener el propio Presidente claridad respecto de sus funciones personales y las que delega por ministerio de ley.

El sábado anunció en Oaxaca que esa mañana había hecho publicar en el Diario Oficial "un decreto mediante el cual el Ejecutivo federal a mi cargo asume las facultades y las atribuciones que la Constitución general de la República atribuye al Presidente en casos de emergencia, como el que hoy estamos viviendo". Y no era así, no es así. Lo que firmó Calderón es un "decreto por el cual se ordenan diversas acciones en materia de salubridad general, para prevenir, controlar y combatir la existencia y transmisión del virus de influenza estacional epidémica" y se responsabiliza de llevarlas a cabo a la Secretaría de Salud y a su titular directamente.

Ese decreto, en efecto, convierte al doctor José Ángel Córdova Villalobos en el funcionario más poderoso de esta hora, con facultades mayores que las que pretendió asumir en materia de seguridad pública y justicia penal Genaro García Luna, cuyo proyecto de mandar sobre una policía única con capacidades de prevención e investigación ministerial fue frenado por el Congreso la semana pasada. Sin experiencia ni contacto con los grandes institutos nacionales de salud (salvo el de Nutrición, donde hizo una especialidad en medicina interna), sin estar incluido en la elite médica mexicana (la que se agrupa en las academias nacionales de medicina y de cirugía, por ejemplo), y sin haber concluido su formación profesional en los centros internacionales de excelencia (sino en una pequeña universidad francesa conocida por la brillantez de sus especialidades en aeronáutica), Córdova Villalobos está hoy a cargo de la mayor operación que en materia de salubridad haya emprendido gobierno alguno.

El decreto del sábado 25 dice que "el secretario de salud implementará, pondrá en práctica, coordinará y evaluará, todas las acciones que resulten necesarias para prevenir, controlar y combatir la existencia y transmisión del virus de influenza estacional epidémica", y la Secretaría de que es titular, "cuando lo estime pertinente, implementará de manera inmediata (sic)", al menos 12 "acciones ejecutivas" entre las que se incluye:

"el aislamiento de personas que puedan padecer la enfermedad y de los portadores de gérmenes de la misma, por el tiempo que resulte estrictamente necesario, así como la limitación de sus actividades, cuando así se amerite por razones epidemiológicas", "la inspección de pasajeros que puedan ser portadores de gérmenes, así como de equipajes, medios de transporte, mercancías y otros objetos que puedan ser fuente o vehículo de agentes patógenos"; "el ingreso a todo tipo de local o casa habitación para el cumplimiento de actividades dirigidas al control y combate de la epidemia", "ordenar las medidas atingentes con el fin de evitar congregaciones de personas en cualquier lugar de reunión, incluyendo la clausura temporal de locales o centros de espectáculo", y otras que ya veremos.


Cajón de Sastre

El pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no suspenderá sus actividades. Sesionará a puerta cerrada, sin aceptar visitantes, aunque sus trabajos serán transmitidos por el Canal Judicial. Para evitar la reunión de litigantes y quejosos, no correrán los plazos judiciales entre ayer y el 6 de mayo. En el Senado de la República tampoco se recibirán visitantes, por lo que su estrecha galería quedará cerrada hoy. La prensa asistirá a la sesión desde fuera del salón de plenos. Los senadores se sujetarán a una observación superficial de su estado de salud, a fin de evitar que quienes muestren señales de infección permanezcan en Xicoténcatl. Los diputados, a su vez, sesionarán también hoy, con modalidades impuestas por la situación sanitaria. A los legisladores no les queda otro camino, ya que el jueves concluye el último periodo de sesiones ordinarias de esta legislatura.



INDICADOR POLÍTICO
(Carlos Ramí¬rez)
Cuando estalló la crisis social por los terremotos de 1985, dos funcionarios se movieron para capitalizar políticamente hacia Carlos Salinas el descontento social: Manuel Camacho y su operador Marcelo Ebrard. Hoy los dos aparecen dañados por la influenza: el primero fue hospitalizado y el segundo quiere salvar a la ciudad al margen de la autoridad federal.

La ciudad de México ha quedado peligrosamente expuesta a la enfermedad infecciosa. Pero no sólo por la agresividad y violencia de la gripe porcina, sino por la decisión del jefe de gobierno del DF de excluirse del régimen federal. Ebrard ha tomado decisiones sin tomar en cuenta a la República y obviamente con las limitaciones de la autoridad capitalina.

Lo grave de todo ha sido el hecho de que la gripe porcina estalló en el Distrito Federal por negligencia de las autoridades locales. La responsabilidad del secretario de Salud del gobierno del DF fue manifiesta al desconocer la magnitud de los primeros casos, tardar en la toma de decisiones generales y alejarse de las estrategias federales. En el fondo, Ebrard quiso capitalizar políticamente el conflicto para ofrecer la imagen de un gobernante capaz de funcionar sin el gobierno federal y adelantarse al 2012.

La ciudad de México ha quedado atrapada en la ausencia de un reconocimiento del jefe de gobierno hacia el presidente de la República por las elecciones de 2006 en las que paradójicamente los dos fueron elegidos en la misma votación, pero Ebrard decidió, por órdenes de López Obrador, no reconocer legalmente la autoridad del presidente de la República. En estos dos años, el DF ha padecido en su funcionalidad la decisión de Ebrard de eludir su responsabilidad legal y constitucional como gobernante de una entidad miembro del pacto federal.

Pero también los capitalinos han sufrido el exhibicionismo político a costa de sus necesidades. En la pasada crisis de agua durante la Semana Santa por reparaciones en el sistema Cutzamala, Ebrard acusó políticamente al gobierno federal de manipular el tema del agua. Pero él mismo puso su parte: organizó columnas de pipas de agua para las zonas que vieron cortado el suministro, pero las puso en marcha en un acto político en donde el jefe de gobierno del DF dio la orden de salida con una banderita, como si fuera competencia deportiva.

El poder político de Camacho y Ebrard en la ciudad de México, que luego fue compartido con el PRD de López Obrador, comenzó en 1985 cuando los dos organizaron a los capitalinos que perdieron viviendas. Desde la Secretaría de Desarrollo Urbano, Camacho y Ebrard propiciaron la organización urbana para tener acceso a las viviendas y con ello crearon una estructura política popular. Ahí se dio la vinculación de Camacho y Ebrard con René Bejarano, quien creó grupos demandantes de vivienda y con ellos otra estructura de movilización social.

La gravedad del caso de la influenza en el DF ha subido de peligrosidad no sólo por el daño mismo de la enfermedad, sino por la exclusión del DF de los planes federales. La rápida reacción del presidente Felipe Calderón en la toma de medidas para contener la amenaza médica ha encontrado a un jefe de gobierno realizando actividades mediáticas para impedir el hundimiento de su figura política. Al final, el gobierno del DF ha sido nada más reactivo a las decisiones federales; pero también se ha convertido en un obstáculo de las medidas de emergencia adoptadas a escala federal.

La participación del secretario capitalino de Salud en el marco federal ha sido escasa, llena de regateos y sobre todo con huecos de incompetencia en materia de capacidad de reacción y sobre todo de previsión de epidemias. La decisión de Ebrard de operar por su propia cuenta ha colocado al Distrito Federal en una zona mayor de riesgo de agudización de la enfermedad por la falta de recursos locales para atender una emergencia médica de tamaña magnitud. En este contexto, los capitalinos han sido víctimas de la instrucción de López Obrador a los funcionarios del GDF de evitar cualquier relación con el gobierno federal y con el presidente Calderón.

En medio de una amenaza real de pandemia, el Distrito Federal aparece sin liderazgo político y sin estructura de gobierno. La capacidad de una administración local ante una pandemia es menor, pero en el DF se ha evitado una articulación funcional con la estructura federal. Y aunado a ello, la frivolidad política para atender la peligrosidad del caso. Ebrard ha aparecido en actos masivos para entregar personalmente cubrebocas, pero el GDF no ha podido articular una estrategia de información sobre la dimensión de la enfermedad. Y para ponerle la cereza al pastel, Ebrard se dedicó en los últimos días a aparecer en público y saludar de mano a la gente cuando la primera recomendación médica es justamente evitar contactos físicos, sobre todo en la fase 4 de la Organización Mundial de la Salud.

La otra parte de la crisis involucra al gobierno de Veracruz, donde Fidel Herrera Beltrán se ha dedicado a ocultar la responsabilidad en la difusión de la influenza. De acuerdo con reportes periodísticos, desde el 3 de abril se dieron los primeros casos de fallecimientos acreditados a animales de una granja en Perote. Herrera ha dedicado más esfuerzos a la utilización de recursos públicos para beneficiar al PRI en las próximas elecciones, que a cuidar la salud de los veracruzanos. Y de paso, pudo haber dejado que la enfermedad contaminara otras entidades.


ASALTO A LA RAZÓN
(Carlos Marín)
Sospechosismo tapaboquista


Cunde la versión de que la emergencia epidemiológica responde a una estrategia electoral del panato en el poder.

Quienes propalan tal estupidez eluden explicar por qué los gobiernos locales perredistas y priistas le hacen el juego al supuesto cuento, o las razones que tendrán la Organización Mundial de la Salud, la Cruz Roja Internacional, el Banco Mundial y los gobiernos de varias naciones para apuntalar la mentira.

La descocada versión es cacareada inclusive en el ámbito legislativo: ayer, la senadora Yeidckol Polevnsky, en el marco de una conferencia que ofrecía su coordinador Carlos Navarrete, manifestó airadamente que la alerta por la gripe porcina es una invención electorera del PAN.

En México, dijo, muere más gente de hambre y pobreza que por influenza. El gobierno calderonista, afirmó, quiere hacer negocio con los medicamentos, así que la señora no está dispuesta a usar esparadrapos azules (color del panismo).

Quizá se anime, concedió, pero sólo si encuentra en amarillo perrediano y legítimo el que le tape la boca.

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